La Galería Javier López inaugura el 25 de Noviembre la primera exposición individual en España del artista brasileño Waltercio Caldas.
Waltercio Caldas nace en Río de Janeiro en 1946. Estudió con uno de los primeros artistas geométricos brasileños, Ivan Serpa, influido a su vez por el suizo Max Bill, premiado por la Bienal de São Paulo. Sin embargo, el síndrome de la razón no le interesó. El mismo dice: “Hay una duda que pertenece a la claridad”.
Es un artista con una extensa y compleja obra en pleno desarrollo. Su trabajo es una reflexión poética sobre la naturaleza de la historia del arte. Pero no se limita a las ideas. Sus esculturas, dibujos y piezas públicas son extremadamente precisas y su visión de la historia es deliberadamente subjetiva. Aporta una visión irreverente y ligeramente corrosiva, dirigida al predominio en la escultura actual de un “moralismo” del contenido.
Quizá las características más llamativas de sus obras sean el vacío, el silencio y la transparencia. Consigue con un mínimo de elementos eludir la percepción inmediata del ojo del espectador, o más bien mantener sus objetos inmersos en la imprecisión, lo inmaterial y la fragilidad. Waltercio Caldas crea espejismos en el espacio, mecanismos ópticos que ven y a su vez evitan nuestra mirada. Nos habla, finalmente, de los límites del ojo, que no desvela por si solo la realidad.
En esta muestra se presentan nueve piezas que intentan, dentro de su imposibilidad, mostrar la complejidad del artista. Algunos títulos son: Dibujo griego (1994), Plato (1996), Libro de Velázquez (1996), o Vidrio y Alcohol (1994). Delante de estos trabajos la descripción es ineficaz, con ella no conseguiremos llegar a su esencia: el modo de funcionar de estos objetos y como evitan ser percibidos, aun existiendo. Así el artista, con humor sutil, nos hace reflexionar sobre el exceso de “apariencia” en la escultura contemporánea.
Hasta el 9 de Noviembre, se he podido contemplar la obra de Waltercio Caldas en la XLVII Bienal de Venecia.